Durante este año de 2013, hemos seguido de cerca los acontecimientos del mundo y de la Iglesia. No ha sido un año más, sino un tiempo en el que Dios se ha manifestado muchas veces, de distintas maneras, para que nos detengamos y reflexionemos sobre las cosas importantes de nuestra vida que, en definitiva, son los planes que Dios tiene para cada uno y para el mundo entero.
En este año los "Ecos de Garabandal" han sido muy variados. Como todos los hombres somos diferentes y tenemos una sensibilidad distinta, unos nos habremos fijado en determinados aspectos y otros en aspectos diferentes. Dios, a través de la Virgen -Madre de Dios y Madre nuestra- nos habla cada día de mil maneras. Lo importante es estar atentos a su Voz, para escucharle y poderle decir: "Señor, aquí está tu hijo. Dime qué quieres de mí".
En este año, el Señor ha pedido a Conchita González, vidente de Garabandal, un gran sacrificio: la pérdida de su esposo, Patrick Keena, que falleció el 31 de octubre pasado. Sin embargo, es seguro que Conchita ha recibido el consuelo de la Virgen. Patrick estaba muy preparado para su encuentro con el Señor. Su enfermedad larga fue una ocasión providencial para purificarse, y Jesús habrá tenido en cuenta su sufrimiento para derramar sus gracias sobre la familia de Patrick y sobre todo el mundo. Nosotros rezamos por el alma de Patrick, por Conchita y por sus cuatro hijos.
En este año, el Señor ha pedido a Conchita González, vidente de Garabandal, un gran sacrificio: la pérdida de su esposo, Patrick Keena, que falleció el 31 de octubre pasado. Sin embargo, es seguro que Conchita ha recibido el consuelo de la Virgen. Patrick estaba muy preparado para su encuentro con el Señor. Su enfermedad larga fue una ocasión providencial para purificarse, y Jesús habrá tenido en cuenta su sufrimiento para derramar sus gracias sobre la familia de Patrick y sobre todo el mundo. Nosotros rezamos por el alma de Patrick, por Conchita y por sus cuatro hijos.
En Garabandal, Nuestra Señora nos pedía lo fundamental de la vida cristiana. Repasemos una vez más sus dos principales mensajes para toda la humanidad:
"Hay que hacer muchos sacrificios y mucha penitencia y tenemos que visitar mucho al Santísimo. Pero antes tenemos que ser muy buenos. Y si no lo hacemos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa y si no cambiamos vendrá un castigo".
"Como no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi Mensaje del 18 de octubre, os diré que éste es el último. Antes la copa se estaba llenando, ahora está rebosando. Los sacerdotes van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchas almas. A la Eucaristía se le da cada vez menos importancia. Debemos evitar la ira de Dios sobre nosotros con nuestros esfuerzos. Si le pedís perdón con vuestras almas sinceras, El os perdonará. Yo vuestra Madre, por intercesión del Ángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación. Pedidnos sinceramente y Nosotros os lo daremos. Debéis sacrificaros más. Pensad en la Pasión de Jesús".
Y ahora, detengámonos un momento para preguntarnos personalmente: ¿he hecho caso a la Virgen? Durante este año, ¿he hecho muchos sacrificios?, ¿procuro ofrecer al Señor las contrariedades de cada día, las cosas que me cuestan, las cosas difíciles o imprevistas, que me hacen sufrir?, ¿he aumentado mi espíritu de penitencia, incrementando mi oración para pedir perdón a Dios por mis pecados y por los pecados de todos los hombres?, ¿he visitado a Jesús, en el Sagrario, con más frecuencia: mucho?, ¿trato de que aumente, cada día más, mi devoción a la Eucaristía?
"Pero antes, tenemos que ser muy buenos". Nuestra Señora nos pide lo central, lo que quiere Dios de cada uno de nosotros. El espíritu de penitencia, el amor a la Cruz, el amor a la Eucaristía, quedarían vacíos si, antes, no hay un serio empeño por cumplir los Mandamientos de Dios, por ser hombres mujeres que luchan por evitar todo lo que nos pueda apartar de Dios (el pecado) y tratan de vivir en gracia. Sin esta coherencia de fondo, no servirían nuestros actos de piedad y nuestras prácticas cristianas: "No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos".
En el segundo mensaje, la Virgen nos vuelve a insistir en la necesidad de pedir perdón y pedir ayuda. Y también de sacrificarnos más y pensar en la Pasión de Jesús.
Ahora que estamos terminando el año 2013 y comenzaremos un 2014 que no sabemos lo que nos depare, es buen momento para detenernos a reflexionar, para ponernos en la presencia de Dios y preguntarle: "¿Jesús, cómo te puedo amar más?, ¿qué me pides en el umbral del nuevo año?, ¿que quieres de mí y de mis hermanos, los hombres, en esta hora crucial de la historia?
Quizá nos pueda ayudar ver algunos videos cortos, que nos refresquen las cosas esenciales sobre Garabandal y sobre lo que Nuestra Madre nos dijo y nos sigue diciendo ahora (el eco de sus palabras nos llega de muchas maneras), de parte de Dios.
Muchisimas gracias por "Ecos de Garabandal", realmente éste no ha sido un año más, personalmente he seguido y compartido las publicaciones del Blog, y siempre me han ayudado a rezar; Les doy las gracias por el esfuerzo que supone el publicar cada entrada, que Dios les bendiga.
ResponderEliminar