sábado, 17 de agosto de 2019

Las "primicias" de la Nueva Creación (2)


En este post recogemos algunos textos del Tomo II (Libro Azul) de los “Dictados de Jesús a Marga” (El Triunfo del Inmaculado Corazón de María) que hablan de “las primicias”. Entre paréntesis cuadrados ponemos nuestros comentarios (cfr. post anterior).   

Grandes racimos de uvas colgando en un viñedo Foto de archivo - 15235539 

1. María a Marga (25-12-2009): “La vida de los que en Ti creemos, no termina, se transforma (Nota: Prefacio de la Misa de difuntos). ¡Lucha por la vida de la fe en tu familia y en tus hijos! Serás primicia de las que vendrán. Después de ti, leerán tus escritos y verán en ti cómo la Nueva Eva puso y levantó tu dignidad como mujer, que es­taba aplastada bajo el yugo del pecado.
Madre: pero a mí la realidad me habla de otra cosa, de que soy una pobre desgraciada.
Tú eres primicias de la Salvación. Por ti, otros verán  la Luz. Para salvación de muchos. Empezando por tus hijos. Para que tus hijos vean la  Luz. Donde había mentiras: reinará la Verdad. Donde  oscuridad: Luz. Donde odio: amor. Donde  tinieblas: esperanza. Donde «burla a Dios»: esperanza. Donde miedo y esclavitud: libertad y confianza. Donde desazón: paz. Y tu Libro será el consuelo de muchos”.

[Marga tiene una misión especial. A través de su ejemplo y de los libros que el Señor le ha hecho escribir, podemos descubrir en qué consiste ser “primicia” de la Nueva Creación, un adelanto a lo que serán los hombres que estén en el Reino Nuevo. Todos los bienes están firmemente cimentados en la vida de fe].

2. María a Marga: “Ten presente y comprende que Yo contigo ya he empezado una época nueva.
— (Tiene un doble sentido: ya mi vida es distinta. Y conmigo está haciendo las primicias de lo que será su trato con los hom­bres en el Reino Nuevo)
Todo lo a ti predicho está a punto de cumplirse.
Tú: digna. ¿Quién es aquí la mujer y digna de respetar por su dignidad humana y femenina? Ve y enseña Quién es la Mujer. Ve y enseña a tus hijos el valor de una madre y de una mujer. Ve y muestra al Maligno que por mucho que agobie e in­sista en aprisionar, la que vence es la Mujer sobre sus hijos y por medio  de sus hijos. ¡Su  reino  está perdido!  ¡Su  reino  tendrá fin! ¡Su reino termina! Y termina ya” (30-12-2009).

[Parte importante de la misión que ha recibido Marga es mostrar claramente la dignidad de la mujer, que el Maligno ha intentado rebajar en nuestra época especialmente. Para eso, Jesús le indica a Marga el ejemplo de Nuestra Señora, la Mujer].

3. Jesús a Marga: “Tened, entre vosotros, trato de hermanos. Amaos todos con un amor sobrenatural, que sobrepasa todos los gustos terrenos. Entre vosotros, corregíos por amor, para que todas las almas vuestras  alcancen la unión conmigo por mi  Reino. No consentías desvíos. Amaos  así todavía aún más. Queridos: quisiera que fuerais primicia de lo que ha de venir. De la humanidad que ha de venir. Será una humanidad donde todos se amarán. Será una humanidad donde no existan acepciones de personas a la hora de darse su amor. Todos habrán comprendido el Amor que Yo les tengo. Y, como tal, querrán amar a los demás. No existirán los odios ni las divisiones. Ni las envidias ni las calumnias. Donde no exista el afán por tener y por gozar. Donde se me ame a Mí por encima de todo” (07-12-2010).

[En el Reino Nuevo los hombres vivirán intensamente la caridad. Todos comprenderán con gran profundidad el Amor de Dios. Mientras llega la humanidad a esa situación, es necesario luchar, corregirnos entre nosotros para purificar todo lo que no es voluntad de Dios: ir adelantando la vida de amor del Reino Nuevo, ya en esta vida].

4. Jesús a Marga: “A menudo, mis débiles ovejas, os encontráis sin saber qué rumbo tomar: escuchadme a Mí. Escuchadme, por uno y mil cauces. Uno de ellos son es­tos Mensajes a mi Amada hija Margarita. A ella le diré los ritmos a seguir. A ella le explicaré los caminos. A través de ella daré las pautas (…). Ella no tiene la exclusiva del Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo es rico en  Carismas. Ahora, sí os digo: escuchadla. Porque ella es el cauce. Ella es su cauce. Que si hubiera querido poner a otro, lo habría puesto. Pero ella lo es para ti, amada hija, que ahora nos escuchas (…). Amada [se dirige a Marga]: tu vida está puesta para rescate de muchos. Tus circunstancias personales, harán  a otros crecer. No creas que Yo  he retirado de ti mi vista. Tu  camino es observado por Mí al milímetro  y conozco cada avance de tus pasos. Por donde pisa tu sandalia y veo qué agarran tus manos. Soy el Dueño de cada deseo de tu corazón  y nada de lo tuyo me es ajeno. ¡Ah...! ¡no creas que te he abandonado! ¡Ah...! estoy sobre tus pasos, a tu lado y en­ frente de ti. Te rodeo por arriba y por abajo y  te abarco  toda. Tú eres las primicias de lo que vendrá. Eso haré con to­dos. En el Reino nuevo. Lo haré en la medida de cada uno. De muy diversas formas. Tantas como hombres hay. De tal manera, que ahora nuestra imaginación no alcanza a com­prender ni a imaginar. Por eso te digo a ti cómo será, por­ que tú no tienes ninguna curiosidad. No te encontrabas tú entre los estudiosos ni entre los curiosos del tema. Sin embargo, a ti quise decírtelo y a ti te digo.
Conservad la paz, amada hija. Habrá entre vosotros quie­nes, ante la dureza de los acontecimientos, querrán vivirlos todos muy deprisa y perderán la paz y la compostura. ¡No debéis poneros nerviosos! Eso puede hacer incluso que aban­donéis el barco. Todavía tenéis que vivir muchas cosas y os tienen que pasar muchas cosas juntos. Si estos Mensajes, los utilizáis para saber acontecimientos futuros, saber más que nadie, estos Mensajes no os aprovecharán. Lo que quiero es el cambio de vida y que viváis siempre en mi Paz. El saber lo que ha  de venir, os puede  hacer  deseosos de cambios y novedades, sin vivir el momento presente y bus­cando sólo los asideros humanos. No es para eso que os lo digo. No es por eso que os lo hago saber. Es sólo para que preparéis al resto (…). Para los que quieran escucharte: Yo me comunico a tra­vés de ti” (17-09-2011).

[Como a Marga, el Señor nos conoce “al milímetro” y, también quiere que seamos “primicia” de lo que vendrá en el Reino Nuevo. Él nos trata a cada uno de modo diverso: cada uno somos diferentes, aunque con un denominador común, que es el amor de Dios. Lo que Jesús quiere de nosotros, ahora, es el cambio de vida: la conversión. No quiere que nos inquietemos y hagamos elucubraciones sobre lo que vendrá. Por eso escogió a Marga para esta misión: porque “no tiene ninguna curiosidad”. No es malo tener “curiosidad”, pero sí lo es si nos hace “deseosos de cambios y novedades”, porque nos puede distraer de vivir el momento presente para buscar la santidad y ayudar a los demás a buscarla decididamente].   

5. María a Marga: “En un futuro, podréis tener la unión íntima con su Creador en un grado, si no tan excelso como vuestros primeros padres, muy similar. En la era de la Misericordia. En la era del Amor. En el Tiempo Nuevo que vendrá.
— Pero la Gracia de Cristo, ¿no pudo restablecerlo todo? Esto no lo entiendo.
Está restablecido. Está borrada la «culpa» original, pero queda la «pena» de una naturaleza caída. Poseéis las primicias de la Renovación. Pero la humani­dad todavía no ha sido renovada. Espera que se culmine la Pasión de Cristo, para llegar todos a la Resurrección (Nota 127: Col 1, 24: "Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia"). Un resarcimiento a las ofensas hechas a Dios. En el cuerpo: el Cuerpo de Cristo. En las almas: el Alma de Cristo” (28-09-2011).

[Parece, según las palabras de María que, efectivamente, ya ahora poseemos las “primicias” de la Renovación, por la gracia de la Redención de Cristo: tenemos una incoación de la gloria futura, que se manifestará plenamente cuando haya culminado la Pasión de Cristo. Parece —según estos mensajes—, como veremos en el próximo post, que en el Reino Nuevo continuará completándose la Pasión de Cristo, porque no terminará el sufrimiento humano. Sin embargo, los que vivan en el Reino Nuevo “llegarán a la Resurrección”, es decir, participarán de la Resurrección de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, pero no llegará aún la Resurrección final de la carne y la inmortalidad].  

6. María a Marga: “Tu vida no es como la de Concepción Cabrera de Armida [1862-1937: mujer mexicana beatificada el 4-V-2019]. Tú eres una mujer de tu tiempo.
— (Leía su vida. Fundadora de las Obras de la Cruz). Y algunos me verán como muy pasada de moda.
Y no lo eres, hija mía. Más bien eres las primicias de lo que vendrá. Eres más moderna que la modernidad, porque preludias el Tiempo Nuevo.
(Traté de imaginarme «el Tiempo Nuevo». Y lo quería com­parar con otras épocas buenas de la Iglesia. Siglos antiguos. Pero Ella me decía que no)
No, no será así, porque será mejor. ¿No veis que ahora gozáis de mayores gracias que antes? En ese tiempo toda la sociedad alabará a Dios. En la historia de la humanidad nunca se ha  dado eso. ¡Yo  os vería tan en vuestro sitio! Pensad que no sólo es a ti a la que pido  esto, sino que lo pido de todos vosotros. Y diréis: ¡¡tres horas de oración!! Sí. Y podéis hacerlo. Pensad que no sólo es un tiempo que quitaríais a otras cosas, sino un tiempo ganado, que os haría centraros más en Dios. Seríais hombres y mujeres centrados en Dios, y con tiempo para muchísimas cosas más. Las cosas hechas en la Paz de Dios, ganan en eficacia, prescinden de lo superficial, y siem­pre tienen éxito. El primer logro que encontraríais, sería vuestra  serenidad” (13-11-2011).

[Parece ser que el Reino Nuevo es un tiempo dentro de la historia humana, pero no se puede comparar con otras épocas “buenas” de la Iglesia. Todos los que vivan en esa época, ya cercana, estarán “centrados en Dios”. Por eso la Virgen nos pide que, ya ahora, seamos hombres y mujeres centrados en Dios dedicando tiempo exclusivo a la oración (tres horas dedica Marga) y convirtiendo todo nuestro día en una oración continua].


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