El contenido, sobre “las
primicias”, del Tomo III (Libro
Blanco) de los “Dictados de Jesús a
Marga” (El Reino Eucarístico)
(cfr. vdcj.org), lo dividiremos en dos partes. En este post veremos los mensajes hasta el 26 de agosto de 2015. Entre paréntesis cuadrados van nuestros
comentarios que, como es lógico, son personales y no pretenden abarcar el misterio insondable de los designios
de Dios.
1. Jesús a Marga: “La Iglesia debe
inmolarse como Sacrificio, debe colmar en su Cuerpo, lo que le falta a la
Pasión de Cristo (Nota 147: cfr. Col 1, 24). ¿Es la Pasión de Cristo
incompleta? No, pero quiso necesitar de su Iglesia, vosotros, para completarla.
Y en espera de que todas esas Víctimas vengan a unirse Conmigo en mi
Sacrificio, Yo retraso los Tiempos. Cuando hayan venido todas, quedará
culminado el Tiempo. Vosotros venís
ahora, como primicia de los que vendrán.
— ¿Llegará un momento que
tu Pasión será completada?
Sí. Entonces vendrá mi
Manifestación Poderosa. Como una Resurrección. Resurrección de la Carne a
una vida futura, inmortal.
— Ah. Todavía, durante el
Reinado Eucarístico, no es la Resurrección.
No. No lo es. Así como la Eucaristía
es mi Cuerpo Glorioso, velado, así vosotros. Llegará un día que os haré
partícipes de mi Resurrección, donde se correrá el velo de los cuerpos, y podréis ser glorificados conmigo.
Todavía no habéis sido glorificados conmigo. Llevad el Camino de mi Cruz, para
poder ser luego glorificados conmigo. Vuestro cuerpo sufre en la tierra. Y
luego vuestra alma irá al Cielo, pero no se reunirá con vuestro cuerpo hasta la
Resurrección.
—
Y esa teoría,
Jesús, que dicen del «Arrebatamiento». Y que luego viene a la tierra y se
comportan en ella como cuerpos resucitados.
Es falsa.
Los 144.000 elegidos (Nota 148: Cfr. Ap 7,1-8;
3,12; 14,1 ss; 22,4). Lo son de antes y de después. No lo son todos de una
época y de un tiempo. No vendrán luego, resucitados, a la tierra.
— Pero resucitarán algunos
cuerpos (En la 2ª Venida)
Que Yo me llevaré conmigo en
espera de la Resurrección final. En la Resurrección: el cielo y la tierra
han pasado. «Pero mis Palabras no pasarán» (Nota 149; Cfr. Mt 24,35). En el Reinado Eucarístico, en la tierra,
estamos a la espera, todavía, de la Resurrección. Cuando la Iglesia muera,
vosotros moriréis con ella. Vuestro cuerpo habrá estado preparado para
inmolarse conmigo en mi Sacrificio Perpetuo, y habrá estado preparado por La
Madre, por mi Madre (…).
— Pero los cuerpos,
entonces, ¿no estarán gloriosos en la tierra?
No, la Gloria de los cuerpos,
es para la Resurrección, y la Resurrección no es en la tierra”.
— ¡Qué Misterios!
— (Entiendo que veo una
mínima parte)
Y así es. En el Reinado Eucarístico no es que paráis los hijos sin dolor, no es que sean anuladas las
consecuencias del pecado original. Es
que Resucitará la Iglesia. Es que no sentiréis en vuestros cuerpos la
pesantez del pecado, como ahora. Es que se podrá decir: «¡Por fin Triunfó
Cristo!» (Nota 150: “Se verá culminada su Obra”) por medio de su Madre.
Y será por medio de Su Madre, la que os prepara en la Patena de vuestro
sufrimiento, en el Ara del Altar. La que, como tenéis ese privilegio, os hace
conmigo Eucaristía (06-12-2014).
[Según los mensajes de Marga, el
Reino Nuevo es aquí en la tierra. Habrá dolor. Habrá muerte. Se seguirá
completando la Pasión de Cristo. Pero la Iglesia, que habrá “muerto” antes de
la Segunda Venida de Cristo, resucitará.
Es decir, se renovará. De alguna manera, se hará realidad, en gran medida, la
restauración del Paraíso Terrenal. Será
el Reino Eucarístico, gracias a la inmolación de “primicias” y de “almas
víctima” que habrán sido preparadas en la Patena del sufrimiento, por
mediación de la Santísima Virgen, para ser ofrecidas por el bien de toda la
Iglesia. Al final del Tiempo, del Reino Eucarístico, llegará la Manifestación Poderosa de Jesús y se inaugurará el
Reino de los Cielos (no en la tierra), en que participaremos de la Resurrección
de Cristo glorioso (de su Cuerpo y Alma, ya no “velados” en la Eucaristía), de su
eternidad e inmortalidad].
2. Jesús a Marga: “Querida, atiende la Revelación para esta Hora. Piensan
que la raza humana camina hacia la consecución de una raza superior. No hay
tal: la raza seguirá siendo la misma,
aun en el Reino Nuevo. Creen que unos pocos elegidos alcanzarán los Carismas del
Cielo, y allí serán transformados para ayudar
a la gente a ir a Dios. Pero ésas no son
«las Primicias» a las que Yo me refiero cuando te comunico. Las Primicias sois vosotros si vivís en
Gracia y si os comunicáis conmigo. Seréis transformados en mi Eucaristía, y
bajo mi Reino de Amor” (14-01-2015).
[Según los mensajes de Marga, las “Primicias” somos nosotros, si vivimos en gracia y somos almas de oración.
Esos, en el Reino Eucarístico serán, cada vez más, almas de Eucaristía (“transformados en mi Eucaristía”) y
vivirán bajo el Reino del Amor de Dios].
3. Jesús a Marga: “
Jesús, quiero
enamorarme más de Ti.
Querida, te he dicho que sólo
Yo lleno y debo llenar tu vida. ¿Por qué no vienes a comprobarlo? Tú no
eres tan sólo «una persona a mi servicio», como ahora te sientes, y estás
sintiéndote esta temporada en la que luchas por terminar tu Libro. Tú eres mi esposa, una esposa consorte de
Mí, que Soy el Rey. La Reina consorte. Así
sois todos, y no sólo tú: los hijos muy amados, los predilectos, los
primogénitos. Como si sólo existiera uno, como si Todo mi Amor no tuviera en el
mundo más que a una persona en quien volcarse, y ésa una fueras tú. ¿Te
imaginas siendo la única persona que existiera en el mundo? ¿Y a Mí volcando
todas mis atenciones en ti? Pues así estás, ésa es la realidad. Tú, y todos. Os amo como hijos únicos
predilectos. Querida, quisiera en ti la audacia de quien sabe que es una
privilegiada de Dios y que Dios está de su mano, que Dios la tiene de la mano y
la conduce. La valentía. Lo que quiero,
amada, es que lleves a mucha gente a la santidad. ¡A riadas de gente! hacia la
santidad. En ti, los Dones místicos no son tanto de
Pasión, sino de Resurrección, como primicias de lo que vendrá. Trato con
Dios, Conmigo, como lo tendrán en el Reino Nuevo, antesala de la Resurrección de los Cuerpos. Tú más me ves
Resucitado, que en la Cruz.
Tú tratas Conmigo-Eucaristía «como trata un hombre
con su Amigo» (Nota 235: “Es la definición de oración según Santa Teresa de
Jesús”). Te soy tan familiar, como cualquier persona con la que te encuentras y
tratas. Me llamas, y ahí estoy. No te fallo, Soy el Amigo que nunca falla. Me
necesitas, y acudo como Loco Enamorado de su Esposa. Tengo contigo los detalles
Tiernos de un Joven Esposo. ¿No que rías las alas de esa mariposa? ¿No te las
he dado?” (25-08-2015).
[En este mensaje, Jesús explica a Marga que ella, aunque no vivirá
en el Reino Eucarístico futuro —porque morirá como alma víctima y mártir antes
de la Segunda Venida del Señor—, ya tiene los dones especiales que tendrán esos hombres y mujeres: trato íntimo y
familiar con el Señor, presencia constante de Dios, unión esponsal con
Jesucristo, filiación divina constantemente experimentada, etc. La misión de
Marga es vivir santamente y llevar a
muchos a la santidad, a esa unión con Dios que habrá en el Reino Nuevo].
4. Jesús a Marga: “Una persona que comulga «en espíritu y en verdad»
(Nota 244: Jn 4, 23), jamás estará
sola, jamás estará dudosa de lo que tiene que hacer, jamás falta de fuerzas. Y
jamás se perderá por otro camino, si
comulga verdaderamente. ¿Qué hay que hacer para comulgar verdaderamente? Primero [1], estar en Gracia. Luego
[2], creer en mis Promesas. Después
[3], abrir el corazón para que Yo pueda llenarlo de mi Amor. Luego [4], entregarse a Mí, como Dios
Todopoderoso. Después [5], estar
dispuesto a vivir en su vida todo lo que la fe en Mí y en mi Amor requiere
(implica). Y después [6] atraer a
más hombres hacia Mí. Esto es comulgar
verdaderamente. Con el tiempo, esa alma que me comulga verdaderamente, va adquiriendo la condición de víctima
Conmigo, y va quedando cada vez menos de ella, y va habiendo más de Mí. Con esas personas transformadas en
Mí-Eucaristía, Yo podré renovar el mundo, porque ya no serán ellas, sino
Yo. Yo en todos los corazones. Cuando
Yo-Eucaristía sea en todos los corazones, en el mundo habrá Paz. Cuando transforme a la gente en la
Eucaristía. Para ello, venid, venid y venid a Mí, y no os canséis de venir
todos los días a mi Comunión eucaristizante. Haceos uno Conmigo. La gente se
pregunta cómo conseguir el Reino Nuevo... ¡Y esto ya lo tenéis entre vosotros! Las primicias del Reino ya están entre
vosotros, y están en la Eucaristía. Lo que sucede que aún no lo habéis
sabido descubrir. Cuando la vida de todos sea profundamente eucarística, Yo
vendré” (26-08-2015).
[Las primicias del Reino
están en la Eucaristía. En la medida en que seamos “más Eucaristía”, cada
uno de nosotros, se podrá hacer realidad el Reino Nuevo. Por eso, el Señor se
detiene a explicar, como en un resumen, las seis características de una verdadera Comunión. Así nos
transformaremos en Eucaristía, nos uniremos a Jesús y adquiriremos la condición
de Víctima con Él].
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