El 13 de octubre
próximo, el Papa Francisco consagrará el mundo al Corazón Inmaculado de María. Con motivo de ese evento, transcribimos parte del contenido del libro “Con Voz
de Madre. Saber Escuchar” (pp. 44 a 52), que lleva a hacerse la siguiente pregunta: ¿es necesaria una consagración explícita de Rusia al Inmaculado Corazón de María para evitar una posible III Guerra mundial? En este sentido, puede verse el artículo de José María Zavala, en Religión en Libertad: ¿Por qué Francisco tampoco consagrará Rusia?
En la tercera
aparición, el 13 de julio de 1917, como ya se ha señalado, la Virgen pidió la
consagración de Rusia a su Corazón Inmaculado, con el fin de evitar una guerra
peor a la que estaba por terminar. En la citada “tercera memoria” se cuenta
así: La guerra pronto terminará. Pero si no dejan de ofender a Dios, otra
guerra peor comenzará durante el pontificado de Pío XI. Cuando ustedes vean una
noche iluminada por una luz desconocida, sabrán que esta es la señal que
Dios les dará de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la
guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. Para
impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la
Comunión reparadora de los Primero Sábados. Si se atienden mis deseos, Rusia se
convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo
guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre
tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Por fin, mi
Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se
convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. En la “cuarta
memoria” Sor Lucía añade: En Portugal se conservará siempre el dogma de la
fe, etc. También parece que la Virgen añadió: Recuerden que no deben
decirle esto a nadie más que a Francisco.
El 13 de junio de
1929, la Virgen volvió a visitar a Sor Lucía. En sus memorias relata lo que le
dijo Nuestra Señora: Ha llegado el momento en que Dios pide al Santo Padre
hacer la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón, en unión con todos los
obispos del mundo, prometiendo salvarla por este medio. Si no atienden mi
súplica habrá otra guerra y muchas naciones serán aniquiladas.
[Tanto Pio XII como Juan Pablo II consagraron el mundo al Corazón
Inmaculado de María, pero no explícitamente a Rusia, como lo había pedido la
Virgen].
El Papa [Juan Pablo
II] consagró “este mundo humano nuestro” y después añadió: “De modo
especial confiamos y consagramos a aquellos hombres y aquellas naciones,
que tienen necesidad particular de esta entrega y de esta consagración”,
con una alusión implícita a Rusia, aunque sin nombrarla explícitamente como
había pedido Sor Lucía en varias ocasiones de parte de Nuestra Señora. Tiempo
después se hizo pública una carta de Sor Lucía, de fecha 8 de noviembre de
1989, con la consideración de que con esa consagración sí se cumplió lo que la
Madre de Dios había pedido.
Respecto a la
Consagración, hay que señalar que no se hizo tal como la Virgen la pidió desde
el principio, aunque el hecho de hacerla junto con los Obispos de todo el mundo
permite afirmar que se cumplió parte de lo que Ella había pedido, con
consecuencias positivas, como también ocurrió con la Consagración de Pío XII,
que acortó el tiempo de la Segunda Guerra mundial (…).
¿Será necesaria una
Consagración explícita de Rusia al Inmaculado Corazón de María? Hay voces que
así lo manifiestan, llegando a afirmar que, en caso contrario, Rusia volverá a
desparramar sus males por el mundo. Añaden que cuando se desencadenen esos
graves acontecimientos el Papa completará dicha Consagración. Sobre la
tribulación causada por el comunismo, hablan las videntes de Garabandal al
referirse a la situación mundial en tiempo del Aviso (…). Lo que se puede decir
es que, por alguna razón que desconocemos, los Papas no han hecho esta
Consagración plenamente, a pesar de que han sido y son especialmente devotos de
Nuestra Señora.
¿Se puede afirmar que
con la consagración de 1984 se evitó todo castigo posterior? Es evidente que a
partir de 1989 los acontecimientos comenzaron a precipitarse en los países del
Este de Europa. La caída del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, la unión
de las dos Alemanias y la desaparición del comunismo en la Unión Soviética
constituyeron un conjunto de sorprendentes acontecimientos que conmovieron al
mundo entero. El 25 de diciembre de 1991, día de Navidad, fue arriada la
bandera roja de los muros del Kremlin. Hay que señalar, sin embargo, que el
Papa Juan Pablo II, en su Carta Apostólica Tertio Milenio Adveniente –que
escribió como preparación inmediata para el Gran Jubileo del año 2000-, no atribuye
los eventos milagrosos de Europa Oriental a la consagración de 1984, sino a las
gracias del Año Mariano que inauguró en 1987 para toda la Iglesia. También es
patente, por otro lado, que ese cambio en Europa del Este todavía no ha llevado
a la desea conversión masiva de los corazones, tanto en Rusia como en los otros
países, que es lo que pide la Virgen para evitar los castigos anunciados.
La lamentable historia de las no-consagraciones de Rusia:
ResponderEliminarhttp://www.fatima.org/span/essentials/opposed/desinformacion.asp
¿Se atreverá el Papa Francisco a hacerlo de una vez?
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=30831
FIRMAR AQUÍ... https://secure.avaaz.org/es/petition/Consagracion_de_Rusia/
ResponderEliminarMi pregunta es porque Veo fecha de 24 de septiembre 2013 y mencionan aqui ustedes que Papa Francisco debe y haber consagrado Rusia el 13 de octubre pero no ponen ustedes De qué año se está hablando aquí por favor Espero su respuesta bendiciones abundantes gracias
ResponderEliminarEl Papa Francisco consagro el mundo (no Rusia) al Corazón Inmaculado de María el 13 de octubre de 2013. Ver: https://www.aciprensa.com/noticias/esta-es-la-oracion-con-la-que-el-papa-consagro-el-mundo-al-inmaculado-corazon-de-maria-50011/
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