sábado, 7 de diciembre de 2019

Vivir en la Voluntad de Dios (10)


En los últimos tres posts sobre este tema (10, 11 y 12) nos centraremos en las enseñanzas de San Josemaría Escrivá de Balaguer y, en la medida de lo posible, la relacionaremos con los mensajes que recibió la Sierva de Dios Luisa Piccarreta (ver posts del 5 al 9).   

Pieter Bruegel, el Viejo. El censo en Belén (1566).

En primer lugar haremos un resumen de la enseñanza de San Josemaría en Camino, utilizando los comentarios de la Edición Crítica elaboraba por Pedro Rodríguez.

Según este autor, Camino, libro publicado en 1939, tiene tres partes: 1) Coordenadas de la existencia personal del cristiano, 2) El vivir cristiano, hacia la santidad, en la Iglesia y 3) Plenitud de vida en Cristo.

En la tercera parte del libro se pueden distinguir dos secciones: una dedicada especialmente a la santidad y otra al apostolado. Es en la primera sección donde se encuadra el capítulo “Voluntad de Dios”. Veamos cómo lo describe Pedro Rodríguez:

“El Autor contempla en la primera al cristiano como un hombre, o una mujer, radicalmente comprometido con la Voluntad y la Gloria de Dios (capítulos 36 y 37), buscador de compañeros y amigos que compartan este ideal (capítulos 38), que santifica su trabajo cuidando las "cosas pequeñas" (capítulo 39), cada uno en su sitio, sin alardes (capítulo 40), sintiéndose "niño" –hijo– delante de Dios (capítulos 41-42). El Autor invita al lector a adentrarse del todo en ese camino” (Edición Crítica de Camino, Introducción a la Tercera Parte).

La Sección segunda, con la que acaba el libro está dedicada a mostrar cómo la llamada a la misión (apostolado) es inseparable de la llamada a la santidad.

“La santidad en Camino se entiende en clave de misión, de acción apostólica: es la misión la que "tira" de la santidad. El afán de santidad, la vida auténtica de oración es inoslayablemente afán apostólico. Éste es el tema de los capítulos 43-45. El Autor termina el libro hablando de la perseverancia en el camino (capítulo 46)” (Ibidem).
  
El capítulo sobre la Voluntad de Dios (n° 42) abre la tercera y última parte de Camino, que trata sobre la plenitud de la vida cristiana. Esto es significativo, si comparamos la enseñanza de San Josemaría con la de Luisa Piccarreta. También es significativo, en este sentido, entre los capítulos de la primera sección de esta parte sean estén los de: gloria de Dios (n° 37), cosas pequeñas (n° 39), infancia espiritual (n° 41) y vida de infancia (n° 42).

“Este capítulo tiene como clima histórico de fondo la convicción del Fundador de que el Opus Dei responde a una determinada manifestación de la voluntad de Dios, y esto pide en los cristianos corrientes que Dios llama a la Obra una disponibilidad total y sin fisuras, para que Dios haga en cada uno su "obra". El mensaje para todos los lectores, que no tienen por qué saber del Opus Dei y de su historia, es el mismo: la docilidad y el amor a la voluntad de Dios, cada uno desde su vocación personal y en el contexto de su experiencia humana y cristiana” (Ibidem, Introducción al capítulo “Voluntad de Dios”).   

La doctrina de este capítulo funda y dirige los últimos capítulos de Camino. Pedro Rodríguez no tiene ninguna en afirmar lo siguiente:

“El cumplimiento de la Voluntad de Dios es –como no podía ser menos– uno de los grandes temas, tal vez el gran tema de la vida y de la doctrina del Autor de Camino, como hemos tenido ocasión de ver en el comentario al punto n° 691, que es una anticipada síntesis del capítulo que ahora comienza” (Ibidem).

En ese punto es el siguiente:

«  691  »  ¿Estás sufriendo una gran tribulación? –¿Tienes contradicciones? Di, muy despacio, como paladeándola, esta oración recia y viril:
"Hágase, cúmplase, sea alabada y eternamente ensalzada la justísima y amabilísima Voluntad de Dios, sobre todas las cosas. –Amén. –Amén.".
Yo te aseguro que alcanzarás la paz.

Vale la pena también tener en cuenta el siguiente apunte de Pedro Rodríguez sobre lo que él considera la aspiración principal de San Josemaría: "Señor, tu borrico quiere merecer que le llamen 'el que ama la Voluntad de Dios'" {Cuaderno V, nº 712, 1-V-1932; que luego pasó a Forja, 422: "¿No te gustaría merecer que te llamaran 'el que ama la Voluntad de Dios'?"}.

Los textos que componen los 25 puntos del capítulo sobre la Voluntad de Dios proceden de los años 1931-32. El primero de estos puntos marca el tema desde su fundamento bíblico (n° 754) y el segundo (n° 755) alude veladamente al “clima” espiritual de plenitud al que nos hemos referido. Veamos los dos puntos.

«  754  »  Ésta es la llave para abrir la puerta y entrar en el Reino de los Cielos: "qui facit voluntatem Patris mei qui in coelis est, ipse intrabit in regnum coelorum" –el que hace la voluntad de mi Padre..., ¡ése entrará!    

«  755  »  De que tú y yo nos portemos como Dios quiere –no lo olvides– dependen muchas cosas grandes.

Cómo hemos dicho, este es sólo un breve resumen o esbozo de la doctrina de San Josemaría sobre la Voluntad de Dios en Camino.

Veamos por último algunos de los demás puntos de este capítulo, que se asemejan a los mensajes, que hemos visto, recibidos por Luisa Piccarreta.

«  758  »  La aceptación rendida de la Voluntad de Dios trae necesariamente el gozo y la paz: la felicidad en la Cruz. –Entonces se ve que el yugo de Cristo es suave y que su carga no es pesada.

«  762  »  Acto de identificación con la Voluntad de Dios:
¿Lo quieres, Señor?... ¡Yo también lo quiero!
  
 «  763  »  No dudes: deja que salga del corazón a los labios un "Fiat" –¡hágase!...– que sea la coronación del sacrificio.

«  766  »  El abandono en la Voluntad de Dios es el secreto para ser feliz en la tierra. –Di, pues: "meus cibus est, ut faciam voluntatem ejus" –mi alimento es hacer su Voluntad.

 «  774  »  Escalones: Resignarse con la Voluntad de Dios: Conformarse con la Voluntad de Dios: Querer la Voluntad de Dios: Amar la Voluntad de Dios [que equivale al “vivir” en la Voluntad de Dios de Luisa Piccarreta].

 «  778  »  Es cuestión de segundos... Piensa antes de comenzar cualquier negocio: ¿Qué quiere Dios de mí en este asunto?
Y, con la gracia divina, ¡hazlo!

Cada uno de estos puntos tiene una historia muy rica que se puede estudiar en la Edición Crítica de Camino. Terminamos con un punto de Camino en el que se relaciona a María con el cumplimiento de la voluntad de Dios.

«  497  »  Di: Madre mía –tuya, porque eres suyo por muchos títulos–, que tu amor me ate a la Cruz de tu Hijo: que no me falte la Fe, ni la valentía, ni la audacia, para cumplir la voluntad de nuestro Jesús.


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