En el 4° Domingo del Tiempo Ordinario
reflexionamos sobre la paz y tranquilidad de Jesús que “pasó entre ellos [los
que querían despeñarlo, en Nazaret] y seguía su camino” (Lc 4, 30).
Llegamos
a la 5ª y última parte de un mensaje muy rico que Jesús dio a Marga en septiembre
de 2015. Todo él nos habla de “no temer”.
Es un mensaje lleno de consuelo para los tiempos en los que estamos. Son tiempos de purificación (hoy es la fiesta de la Purificación de la Virgen en el Templo).
Transcribimos esa parte del mensaje a
continuación. Las negritas son
nuestras. También lo que está entre corchetes [ ]. Las cursivas son de Marga. Todo lo demás es de Jesús.
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Mensaje de
Jesús a Marga (22 de septiembre de 2015) (5ª parte)
Que la gente no tema. No temáis a lo
que ha de venir después del Sínodo [se refiere al Sínodo del 2015, en el que el
Papa Francisco publicó la Exhortación Apostólica Amoris laetitia]. No tenéis
que temer. Todo saldrá bien para los que habéis hecho caso y os habéis
encomendado a Mí, habéis hecho caso de los Mensajes y os habéis hecho y
consagrado hijos de María, pero no sólo de nombre, sino en espíritu y en
verdad.
No tenéis que temer. Cuando os veo
temerosos: ¡no, no, no, no! Unos hijos de María, unos que confían abiertamente
en Mí, nunca temen, porque saben que
nunca les va a pasar nada si van Conmigo. Entonces: ¿cómo os encuentro temiendo?
Mejor que
eso, «aderezad» vuestras almas en espera del Día. Preparaos, vivid preparados, y no tendréis nada que temer. Un alma
preparada no es un alma temerosa. Temeroso debíais estar si os encontráis
alejados de Dios. Y no tan tranquilos los que os encuentro que estáis alejados
de Mí. Pido a Dios que os dé alguna oportunidad de daros cuenta y de enderezar
vuestras vidas antes de que sea demasiado tarde.
¿Crees
tú, querida, que será un momento difícil para vosotros? No, querida, no lo será. Los corazones se hallarán tan purificados
por el Aviso y por los Castigos, que no lo será.
(Jesús distingue entre el Castigo y «los
Castigos». Los Castigos parece lo que ya estamos viviendo: plagas, epidemias,
terremotos, la naturaleza que se subleva, las guerras, la carestía. Y eso puede ir en aumento a medida que no rece
más y no nos sacrifiquemos, o disminuir si rezamos y nos sacrificamos.
Otra cosa parece que es el Castigo de Fuego.
La Gran Purificación. Que eso vendrá para renovar la tierra)
Jesús, si entre el Aviso y el Castigo no hay
mucho tiempo, entonces si el Aviso viene ya, el Castigo también está para
venir.
No, el Castigo vendrá más adelante. Primero tenéis que pasar por una etapa que se os va a hacer
muy larga, de purificación, de pequeños Castigos, de persecución. Ya está
empezando, pero os ha de venir más.
La gente querrá saber cómo va a sucederse
todo esto.
A Mí no
me gusta mucho concretar, porque todo va
a depender de que vosotros os enmendéis, que respondáis y cómo lo haréis.
La
magnitud de todo esto depende mucho del Ejército de almas-víctima que Yo consiga
encontrar, y en la veracidad, generosidad y sinceridad de su entrega. Si estas
almas víctima oyen la llamada, quieren, se entregan, pero luego se vuelven para
atrás, será como si nunca lo hubieran hecho. Casi peor. Los que se entreguen tienen que decirme un Sí hasta sus últimas
consecuencias.
Jesús, ¿Tú estás consiguiendo ese Ejército?
Sí, y
contigo. Tú eres uno de los máximos exponentes de la consecución de este
Ejército. Por eso tan importante tu Sí
y tan importante que sea hasta sus últimas consecuencias, hasta el final.
Las almas-víctima no son las que van todo
el día cabeza gacha y tristes y de mal humor, sin hablar con nadie, por
que ellas sólo hablan con Dios, y como que son de otro mundo. No, eso no es.
Las almas-víctima quizá las encuentre entre las
almas más dicharacheras y más felices de esta tierra. Quizá sean las
siempre sonrientes, y quizá sean las más generosas y caritativas con sus
hermanos.
Las almas
víctimas no son las que se han ofrecido sólo para un sacrificio, sino las que se han ofrecido
para una Resurrección. Por eso son las
siempre alegres.
[El 2 de
octubre de 1968, San Josemaría se hallaba
en el Sur de España. Brindó por los 40 años del Opus Dei con estas palabras: “Siempre
alegres, siempre fieles, con alma y con calma”]
Pueden
estar en un convento de clausura, en un monasterio, o pueden ser padres de
familia y profesionales. Pueden ser trabajadores o estar en «paro». Pueden ser
jóvenes y niños, mayores, y de todo estrato social. Las almas víctimas no entienden de raza ni color. Incluso no entiende
de religión, porque pueden ser de otras religiones, siempre que estén unidos a
Mí y se ofrezcan a Mí en holocausto por sus hermanos.
¿Y pueden unirse si no te conocen?
Sí. Yo
Soy más grande que todo eso. Soy Infinito.
Un alma
ignorante de la religión auténtica, no por ignorancia culpable, puede estar unida a Mí sin conocerme. Y
puede ser un sacrificio de holocausto junto Conmigo al Padre por sus hermanos.
En la hora de su muerte Yo me presento a
ellas y les digo, les pregunto, si ese sacrificio de bondad y amor que fue
toda su vida, lo quieren unir y ofrecer al Mío. Y si me dicen Sí, son almas que
mueren en Mí, aunque durante su vida nadie les haya hablado de Mí o les haya
enseñado otra religión y ellas, por ignorancia, la hayan seguido. Por
ignorancia y por bondad a menudo siguen a un falso líder. Ese falso líder no
siempre es malo en sí. Muchas veces es otro engañado que vive en el engaño, pero con rectitud, con buen corazón.
Por eso, no estrechaos y no tengáis en
vuestra mente y en vuestro corazón un concepto tan estrecho de salvación.
Sí, sólo hay salvación en mi Nombre (Nota 310: Cfr. Hch 4,12). Pero esto sucede
así tal y como Yo te he dicho.
¡Qué bonito!
Sí,
Amada, es todo precioso en la Historia
de Salvación del género humano. Y lo más Precioso es que Yo os haga
asociaros a Mí, os dé esa oportunidad de asociaros a la Obra de Salvación de
Dios, a través de su Hijo.
Si
consigo que este número de almas víctima
sea mayor, los Castigos y el Castigo no será tan grande sobre vosotros.
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