Transcribimos ahora dos mensajes de la Virgen a Margarita. Ambos fueron recibidos en el mes de mayo, de los años 2003 y 2004. El primero de ellos es importante, como lo señala Nuestra Señora. Y en el segundo la Virgen nos recuerda el Aviso, el Milagro y el Castigo que ya había anunciado en Garabandal.
Mensaje del 14 de mayo de 2003
Virgen:
Mira, hija, ¿ves
al niño que tienes entre tus brazos? (nota de Margarita: terminé de darle de mamar a mi hijo y le tenía en brazos). Así, así os tengo Yo a cada uno de
vosotros. Así estáis para Mí. Como si cada uno sólo fuerais uno para Mí y no
tuviera otro. Como Jesús. Como lo fue Jesús, como tuve a Jesús.
Margarita,
atiende, que hoy quiero darte un Mensaje importante.
Llegará un
tiempo, niña, en el que cardenales vayan contra cardenales, obispos contra
obispos, Yo os lo he estado advirtiendo (nota de Margarita: por ejemplo, en el mensaje de Garabandal).
En España también
sucederá esto. ¡Tierra tan amada por Mí! «Tierra de María» (nota de Margarita: en el sentido del Amor de Ella hacia nosotros, no de nosotros hacia Ella).
Mira que Yo
detuve las Apariciones dadas en Garabandal porque no se me hacía mucho caso. En
espera del Gran Milagro, se retrasa el tiempo para creer y se les prohíbe a mis
fieles acudir y recibir las Gracias que Yo quiero dar desde allí.
¡Tapáis los
Caudales de mi Misericordia! ¿Cómo queréis recibir mis Gracias si me tenéis
taponadas todas las vías de acceso a mis fieles?
Sí, esto fue el
tema que les hizo retrocederse y no aprobarlo (nota de Margarita: lo referente a Cardenales y Obispos), en espera de otros
acontecimientos más sobrenaturales. Pero hijos, Yo os digo: ¡¿más?! ¿Qué
esperáis ver ya para poder creer?
Mira, si Yo no
encuentro fe, me voy del lugar donde me he aparecido a otro donde me crean más.
Mira a
Medjugorje.
Madre, ¿Tú
hubieras querido que en España se hubiera dado esto?
Sí. Y más.
Llegará un día que Yo lo haré.
Mira, quiero que
se aceleren los pasos de esta Nueva Comisión encargada por mi Papa, Juan Pablo
II. Se aceleren los pasos y se apruebe por la Iglesia Garabandal, para que se
dé a conocer a mis fieles. Para que puedan acudir allí en Peregrinación y allí
recibir las Gracias que Yo he querido enviarles.
Madre, ¿has
hecho curaciones en Garabandal?
Sí, en lo
privado.
Yo quisiera que
todo se hiciera público para poder manifestarme más abiertamente y en más
número a mis fieles.
¡Oh, mis
Planes!, ¡si los vierais en su Magnitud!
En España no es
conocida esta Aparición, ¡dala a conocer!
Pero, ¡no dejan
acudir allí a sacerdotes!
Yo lloro por
eso.
Que se aceleren
los pasos, hija mía, que se aceleren hoy los pasos para vuestra conversión.
Para ello: aprobad Garabandal como Aparición concedida por Mí a mi amada
España, «la tierra de mis amores». Amén. Amén.
Mensaje del 30 de mayo de 2004
(Pentecostés)
Virgen:
Mira, niña, que
éstos son los pecados que más claman al Cielo: Asesinato de niños por aborto,
asesinato de almas de los niños por la destrucción de la vida de la Gracia en
ellos. El asesinato de inocentes, que tiene 2 vertientes, en sus cuerpos y en
sus almas.
Por estos dos
pecados, por ver cómo os matáis entre vosotros, mi Padre Dios ha determinado
destruiros en los Castigos que envía a su humanidad. Porque ya no sois capaces
de volveos solos hacia la Verdad, y el camino que habéis emprendido sin
retorno, ha tomado ya esa dirección y no puede parar, salvo que Dios envíe el
«¡Alto!» desde el Cielo.
Pensad, hijos:
¿qué os haría parar?... Nada, salvo un Castigo muy fuerte. Ése es el que
recibiréis.
Pero antes, oh,
niña, oh, hijos, mirad que vengo a advertiros: ¡Convertíos! ¡Convertíos! Antes
de que llegue el día y que Dios pueda decidir no destruiros a vosotros, oh,
hijos, mis ovejas, mis pequeñas ovejas. Que pueda decidir no destruiros, porque
me ha concedido procurarme un Resto, el Resto de Israel. El que estará en pié
para recibir al Cordero cuando vuelva, cuando Él vuelva...
Y mirad que se
acercan esos días. Y mirad que Yo os aviso, que Yo os despierto.
Mirad, antes de
que venga el Día Terrible, vendrán dos avisos:
* El Aviso, el llamado Aviso por excelencia, que proclamé a mis niñas de Garabandal, y* El Milagro, que será un segundo aviso.
Gracias a estas
dos cosas podré impedir que una buena parte de la humanidad sea golpeada de
muerte y muera. La otra buena parte, morirá castigada. Dios lo ha determinado
así para poder salvar al hombre. La salvación quedará así concluida y el Señor
vendrá renovando consigo todas las cosas. ¡Alegraos! ¡Alegraos con Dios por
esto! ¡Se acerca vuestra liberación! Se acerca el fin que será el comienzo.
Y para eso yo hoy os suscito, para estos Últimos Tiempos, los Tiempos del Amor, los Tiempos de la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María.
Me gustaría saber más de Margarita
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