Las
lecturas de la mañana (Domingo XXVIII
del Tiempo Ordinario) nos hablan de la Sabiduría.
¿En qué consiste? ¿Quién puede acceder a Ella? ¿Dónde hemos de buscarla? ¿Cómo
conservar ese Tesoro?
1. ¿En qué consiste?
La Sabiduría es Jesucristo. Es el Hijo
de Dios, conocido por el Padre. En Él está toda la Sabiduría. Él es la Palabra.
Por lo tanto, cuando hablamos de la
Sabiduría, nos referimos a Dios mismo. Esta Sabiduría increada es eterna.
En Ella está toda la Verdad, toda la Bondad, toda la Belleza.
Nosotros, los hombres, no podemos abarcar
todo el Misterio de la Sabiduría divina. Pero Dios nos abre la posibilidad
de conocerla en Cristo. Jesús nos comunica, en Él mismo, la Sabiduría de Dios.
Conocer a Jesucristo es conocer a Dios en toda su Sabiduría. Nunca podremos abarcar
totalmente (totaliter) la Sabiduría divina, pero sí podemos acceder a toda ella
(totum), en Cristo por el Espíritu Santo.
En nosotros, la palabra “Sabiduría” también
se puede escribir con mayúscula, si se trata de la Sabiduría de Dios
participada. Esa es la verdadera Sabiduría. Todas las demás son “sabiduría”
con minúscula. Las ciencias, las artes, los conocimientos humanos, son “sabudurías”,
pero no “Sabiduría”.
2. ¿Quién puede acceder a la Sabiduría?
Como hemos visto, nosotros podemos hacerlo,
en Jesucristo. Conocer a Cristo es conocer la Sabiduría de Dios. En el
Antiguo Testamento se menciona la Sabiduría (1ª Lectura) como lo más
apetecible, lo que el hombre debe buscar con todas sus fuerzas.
“Supliqué y me fue dada la prudencia, invoqué y vino a mí el
espíritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos y a su lado en nada tuve la
riqueza. No la equiparé a la piedra más preciosa, porque todo el oro ante ella
es un poco de arena y junto a ella la plata es como el barro. La quise más que
a la salud y la belleza y la preferí a la misma luz, porque su resplandor no
tiene ocaso. Con ella me vinieron todos los bienes juntos, tiene en sus manos riquezas
incontables” (Sb 7, 7-11).
El autor del Libro de la Sabiduría
escribe todo esto, inspirado por el Espíritu Santo, como preparación para la
revelación de la Sabiduría en Jesucristo.
3. ¿Dónde hemos de buscar la Sabiduría?
Sólo en Jesucristo. Las semina Verbi, las semillas del Verbo
(San Justino), están en muchos lugares (la creación, las religiones antiguas,
etc.), pero sólo podemos encontrar plenamente la Sabiduría en el Verbo
encarnado.
Las palabras de Cristo son fuente de
Sabiduría. A través de ellas (el Evangelio) Dios nos da a conocer al Hijo. La
Palabra se manifiesta en sus palabras.
“La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada
de doble filo; penetra hasta el punto donde se dividen alma y espíritu,
coyunturas y tuétanos; juzga los deseos e intenciones del corazón. Nada se le
oculta; todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de
rendir cuentas” (Hb 4, 12-13).
Las palabras de Cristo son como una espada
de doble filo. Conocerlas, meditarlas, llevarlas a nuestra vida…, nos permiten
disponernos a conocer la verdadera Sabiduría. Realmente, es el Espíritu Santo
quien nos lleva al Hijo y nos llena de Sabiduría. De hecho, el primero de sus
dones es precisamente el Don de Sabiduría.
4. ¿Cómo conservar el Tesoro de la Sabiduría?
En primer lugar, aprendiendo de los relatos
evangélicos, como el del joven rico, que se acercó a Jesús corriendo, se
arrodillo ante Él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida
eterna?» (cfr. Mc 10, 17-30).
Las respuestas del Señor son como una “espada
de doble filo” que penetra en el corazón del joven y descubre sus
fortalezas y debilidades. Tiene buena intención, ha cumplido los mandamientos
de la ley, pero no ha descubierto la Sabiduría del Amor, de la entrega de su
vida, del desprendimiento de los bienes materiales. Se descubre que tiene un
corazón todavía pequeño y que le falta la verdadera libertad interior. Su “querer”
no es auténtico. Por eso se va “triste”.
Los discípulos, en cambio, han ido dando
pasos para creer en Cristo y recibir su Sabiduría. Han dejado todas las
cosas para seguirlo y acabarán por dar su vida por defender el Evangelio.
¿Cuál es el secreto para avanzar en la búsqueda
de la Sabiduría y conservar ese Tesoro? La fe en Cristo: “Vivo en la fe del
Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí” (Gal 2, 20), dice San Pablo. La
Sabiduría de la Cruz es la Sabiduría del Amor. Es la Llave para descubrir todos
los Tesoros que el Señor quiere darnos a conocer. «Es imposible para los
hombres, no para Dios. Dios lo puede todo» (Mc
10, 30).
La Sabiduría de la Cruz nos lleva a la
Eucaristía, nuestro mayor Tesoro, porque contiene al mismo Autor de la
Gracia y de la Sabiduría.
Benedicto XVI decía el 10-III-2011 a
los sacerdotes de la diócesis de Roma:
“El mundo tiene
curiosidad de conocer todo, mucho más nosotros deberemos tener la
curiosidad de conocer la voluntad de Dios: ¿qué podría ser más interesante, más
importante, más esencial para nosotros que conocer lo que Dios quiere, conocer
la voluntad de Dios, el rostro de Dios? Esta
curiosidad interior debería ser también nuestra curiosidad por conocer mejor,
de modo más completo, la voluntad de Dios. Debemos responder y despertar
esta curiosidad en los demás, curiosidad por conocer verdaderamente toda la
voluntad de Dios, y así conocer cómo podemos y cómo debemos vivir, cuál es el
camino de nuestra vida” (Benedicto XVI)..
Animaba a
los sacerdotes a acudir a las cuatro
partes del Catecismo de la Iglesia Católica (doctrina, liturgia, moral,
oración), que nos introducen a la totalidad de la voluntad de Dios.
La
Revelación de Dios es algo sencillo, pero
hay que entrar en esa sencillez. Ser dóciles al Espíritu Santo que nos hará comprender la sencillez última de
la fe.
“Descubriremos que en la oscuridad aparente hay mucha Luz. Que
la Verdad es bella. La voluntad de Dios es buena, es la bondad misma”
(Benedicto XVI).
María es “Sede de la Sabiduría”. En este mes de
octubre, mes del Rosario, podemos proponernos contemplar cada uno de los
Misterios del Rosario para, a través de esa contemplación amorosa, descubrir la
Sabiduría, por medio del ejemplo y de la intercesión de Nuestra Señora.
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