sábado, 9 de abril de 2016

Permanecer con el sucesor de Pedro (1)

Ayer, 8 de abril de 2016, el Papa Francisco publicó la Exhortación apostólica Amoris Laetitia (“la Alegría del Amor”). Es un documento largamente esperado. Contiene la palabra autorizada del sucesor de Pedro. Durante más de dos años la Iglesia ha reflexionado sobre el matrimonio y la familia. Ahora, el Papa, mediante su Magisterio ordinario e inspirado por el Espíritu Santo,  nos ofrece el don de la palabra de verdad (carisma veritatis certum; cfr. Dei Verbum, 8).   


Algunos podrán decir: una exhortación apostólica no tiene el rango de autoridad de una encíclica y, menos aún, la de una declaración ex cathedra o la de un concilio ecuménico (que son actos infalibles del Magisterio solemne de la Iglesia).

Efectivamente, una exhortación apostólica forma parte del Magisterio ordinario del Romano Pontífice (también las homilías, catequesis, declaraciones, etc., del Papa). Y a los católicos se nos exige un “obsequio religioso” (respeto religioso de la voluntad y del intelecto) a este tipo de Magisterio. Es decir, un asentimiento externo e interno; una obediencia dócil (cfr. Lumen Gentium, n. 25; cfr. Código de Derecho Canónico, 752; cfr. Dei Verbum, n. 10; cfr. S.C. para la Doctrina de la Fe, documento sobre La vocación eclesial del teólogo).

Forman parte del contenido del Magisterio ordinario del Papa verdades que no son absolutamente necesarias para la salvación, pero si los son de alguna manera (“per accidens”); por eso se exige no un acto de fe, pero si un “obsequio religioso”. No basta aceptarlas con una obediencia sólo externa. Debe haber también un asentimiento interno; aunque no necesariamente tan firme como el de la fe, en sentido estricto, y pudiéndose dar distintos grados de asentimiento.

En este sentido, hay que recordar que no todas las afirmaciones de un documento del Papa tienen igual valor doctrinal. Por ejemplo, en la Exhortación apostólica Amoris laetitia hay textos que pertenecen al Magisterio ordinario universal de la Iglesia y otros que son orientaciones pastorales o, incluso, reflexiones del Papa que no pretenden definir nuevas verdades de fe, sino solamente animar a profundizar en las complejas situaciones actuales de los matrimonios y las familias.

"Este obsequio religioso de la voluntad y del entendimiento de modo particular ha de ser prestado al magisterio auténtico del Romano Pontífice aun cuando no hable ex cathedra; de tal manera que se reconozca con reverencia su magisterio supremo y con sinceridad se preste adhesión al parecer expresado por él, según su manifiesta mente y voluntad, que se colige principalmente ya sea por la índole de los documentos, ya sea por la frecuente proposición de la misma doctrina, ya sea por la forma de decirlo" (Lumen gentium 25).

En el ambiente de confusión doctrinal, actual, es necesario que nos hagamos la siguiente pregunta: ¿El Papa (o cualquier obispo) puede equivocarse en su Magisterio ordinario? La respuesta es: sí, aunque, no ha sido lo habitual a lo largo de los siglos, porque todos los Papas gozan del carisma veritatis certum; de una asistencia especial del Espíritu Santo para enseñar la verdad del Evangelio.

Jesús prometió a Pedro, y a sus sucesores, el carisma de la infalibilidad en todo lo que se refiere a la Doctrina revelada (fe y costumbres), cuando habla como Pastor Supremo en la Iglesia, y lo hace con la intención de enseñar una doctrina de modo definitivo (Magisterio solemne ex cathedra). Sin embargo, el Papa puede equivocarse en su Magisterio ordinario, porque es libre y puede no corresponder a la gracia especial que Dios le concede.

Esta posibilidad de error, no es determinante para tomar una postura de rechazo al Magisterio del Romano Pontífice. Sin embargo, en esos casos, cabe el disenso (sólo ante enseñanzas no infalibles).

No cabe el disenso cuando los Pastores de la Iglesia (la Iglesia docente) enseña el Depósito de la fe de modo infalible: 1) enseñanzas ex cathedra del Romano Pontífice, 2) enseñanzas de los Concilios Ecuménicos, 3) enseñanzas del Magisterio ordinario universal de la Iglesia.

El Magisterio ordinario universal de la Iglesia es la “expresión usual de la infalibilidad de la Iglesia”, como ha dicho san Juan Pablo II. Si en una época de la historia la unanimidad moral de los obispos ha enseñado algo que toca a la fe y a las costumbres, eso es infalible

Prácticamente toda la doctrina católica ya ha sido enseñada infaliblemente por el Magisterio ordinario universal; por ejemplo, el contenido fundamental de cualquier buen catecismo —como el Catecismo de San Pío V, el de San Pío X o el Catecismo de la Iglesia Católica de san Juan Pablo II— pertenece a la doctrina infalible del Magisterio ordinario universal, porque todos los obispos, unidos al obispo de Roma, lo han enseñado así desde siempre.

En este sentido, ningún Papa puede contradecir el Magisterio ordinario universal de la Iglesia. Si lo hiciera caería en la herejía. En la Edad Media se discutió detalladamente esta posibilidad y se concluyó que sí podría caer un Papa en la herejía, pero nunca puede enseñar una herejía (contra la doctrina revelada en materia de fe y costumbres) por un acto de su Magisterio solemne y infalible (ex cathedra). Ver artículo de Mercaba "¿Puede el Papa caer en error o herejía?". 

Si hay razones de peso para suponer que algo del Magisterio ordinaria de un Papa es erróneo (como es natural, esto sólo pueden hacerlo, habitualmente, personas con suficiente formación teológica), habría que valorar esas razones, pedir luces al Espíritu Santo, etc..., y después, si se sigue viendo claramente que hay algo que no es conforme con el Depósito revelado, lo que habría que hacer es transformar el disenso en un simple no asentimiento, en una suspensión provisional del asentimiento. Este no-asentimiento se puede y se debe trasmitir a la autoridad eclesiástica, después de haberlo consultado con personas prudentes y rectas, etc.

Sin embargo, en ese caso, no cabe rechazar con acciones ese Magisterio. Es decir, no cabe el disenso "práctico", porque, en principio, debemos obediencia a todo el Magisterio del Romano Pontífice; y la duda (entre nuestra opinión y el Magisterio papal) se presume a favor del Papa.

Cabría el no-asentimiento si hay motivos teológicos fundados. Aunque, siempre, el carisma veritatis certum del Magisterio, tendría que llevarnos, por lo menos, a tener la prudencia necesaria de no dar más peso a mis opiniones que a lo que dice el Magisterio. 

Es importante que esta actitud se dé en el ámbito privado. No debe hacerse público el disenso, sino sólo comunicado a la autoridad correspondiente. Y esto por dos motivos: en primer lugar por prudencia (podríamos estar equivocados) y, en segundo, por caridad con los demás, para evitar un posible escándalo.

En resumen, el asentimiento que requiere, de nuestra parte,  la enseñanza del Papa es de dos tipos:

·      Asentimiento absoluto, de fe, ante actos infalibles;
·      Asentimiento  no absoluto ante el Magisterio meramente ordinario:
·      es un verdadero asentimiento exterior e interior (de inteligencia y voluntad);
·      es religioso: por motivos de fe en el ministerio del Vicario de Cristo;
·      no requiere un asentimiento absoluto, pero sí aquel que comporta una certeza moral en esa doctrina, y condicionado al juicio definitivo del mismo Magisterio.

A nuestro juicio, el Papa Francisco, en los tres años que lleva de Pontificado, quizá pueda haberse equivocado en contenidos accidentales, o en modos de explicar la Doctrina cristiana pero, hasta ahora, nunca ha dicho o hecho algo herético (en contra del Magisterio solemne e infalible de la Iglesia). Por lo tanto, le debemos obediencia, amor y respeto, como a cualquier obispo de Roma y sucesor de san Pedro.

Vale la pena hacer notar que el Papa Benedicto XVI y algunos cardenales y obispos que trabajan en la Curia Romana, y son pastores rectos y fieles al Magisterio y a la Tradición de la Iglesia (por ejemplo, el Cardenal Robert Sarah, el Cardenal Gerhard Ludwig Müller, el Arzobispo Georg Gäenswein...), siempre hablan del Papa Francisco en términos positivos. Ver, por ejemplo, las siguientes entrevistas recientes: a Robert Sarah, a Gerhard Müller, a Georg Gänswein...  

Cabría disentir del Magisterio del Papa (si tenemos motivos sólidos y fundados para hacerlo), pero no deberíamos hacerlo, si fuera el caso, con ligereza o frivolidad, sino con amor y respeto al Vicario de Cristo en la tierra. La prudencia y el sentido religioso auténtico (piedad filial) nos llevarán a no criticar ni murmurar acerca de las palabras o acciones de un Papa, nuestro Padre común. 

A lo largo de la historia de la Iglesia ha habido muchos Papas distintos. Por ejemplo, entre los Papas de los últimos cien años, quizá sintonicemos más con alguno que con otro. Pero eso no nos da derecho a ponernos en rebeldía contra ningún Papa, aunque no nos guste mucho lo que diga o haga.

Lo que busca el Enemigo es la desunión en la Iglesia y el cisma. Si no estamos atentos (vigilando y en oración), podríamos contribuir a que se lleve a cabo esa desgarradura (que, por otra parte, parece inevitable). Por eso el Señor y su Madre nos orientan ahora a permanecer fieles a la Iglesia y al Vicario de Cristo. "Ubi Petrus, ibi Ecclesia, ibi Deus" (San Ambrosio de Milán)

Se pueden leer con provecho los artículos que ha escrito sobre el Papa, en InfoCatólica, el P. José María Iraburu (ver, por ejemplo los siguientes números: 212-2, 212-3, 212-4 y 237).

De entre los muchos comentarios a la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia (que son de distinto valor), hay uno que, nos parece, vale la pena leer: La clarividencia del cardenal Baldisseri

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Copio partes de dos mensajes de la Virgen a Marga (cfr. Tercer Tomo: El Reinado Eucarístico), que iluminan sobre lo que ha ido sucediendo en estos tres años de Pontificado.

Las revelaciones privadas, si son auténticas, siempre nos llevan a la Unidad, y a permanecer fieles a la Verdad de Jesucristo y a su Iglesia. No son necesarias ni determinantes de nuestra fe, pero sí una poderosa ayuda, sobre todo en momentos de confusión y oscuridad, como los actuales.

Las negritas son nuestras, y también todo lo que esté entre paréntesis cuadrados.

14 de marzo de 2013

En el mensaje del 14 de marzo de 2013 (al día siguiente de la elección del Papa Francisco), dice la Virgen a Marga:

"Pero mis ovejitas tranquilas, porque yo ya os he advertido. Habrá un cambio de giro en la Iglesia, y no hacia la Tradición. Pero vosotras ya lo sabéis, ¿a qué temer? ¿Me veis a  Mí temerosa?  (La Virgen está tranquila, dice Marga) (...). Comienza el periodo predicho, periodo fuerte, periodo difícil. Los malos se alzarán (querrán alzar) con el cetro (...). El Cisma ya ha empezado. El Cisma no es abierto, es encubierto, como Yo muy bien te dije a ti un día, y tú muy bien también apuntaste. El Cisma comienza desde la misma Curia, y ya se ha estado preparando antaño con anterioridad y encuentra el terreno abonado en tantos corazones dispersos y egoístas, corazones que no escuchan la Voz de Dios... (...)".

“¿Y Benedicto XVI?”, pregunta Marga a la Virgen. Y la Virgen responde: "Benedicto XVI ha hecho bien (Nota de Marga: "Mi hijo", lo dice con cariño). Dejadle así".

15 de mayo de 2013

El 15 de mayo del 2013 dice la Virgen a Marga:

"Dios puede cambiar los acontecimientos de los Tiempos. ¡Por eso os pido que recéis tanto! Mucha gente lo está haciendo. Este Papa está obedeciendo ahora a los designios de Dios. Y eso debe bastaros. No haced elucubraciones por el futuro, porque el futuro le corresponde a Dios. Si en un futuro sucede lo que a ti te hemos dicho, calma. Aun así, Yo no os abandonaré". 

[Nos parece que Jesús y la Virgen insisten mucho en que no nos quebremos la cabeza haciéndonos preguntas sobre lo que sucederá en el futuro. Cada uno tenemos que vivir en presente y cumplir nuestra misión]: "Ocúpate de Dios y de sus cosas que Él se ocupará de ti y de las tuyas".




5 comentarios:

  1. Les recomiendo ver este vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=5Q-FTzmDyVA del miércoles pasado de un cafe con galat titulado "POR FIN HABLÓ BENEDICTO XVI", donde se destaca como el Papa Benedicto XVI confirma en la Fe y el Magisterio de la Santa Iglesia a sus ovejas después de todos los errores y confusiones generadas por Francisco. En este gran programa ya hace tiempo el dr galat habla de todos los errores y confusiones generadas por Francisco. Se los recomiendo a todos, pero en especial a aquellos que saben y sienten en su corazón que el Papa Benedicto XVI es el Santo Padre.

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  2. Estaba anunciado que el falso profeta aboliría los dogmas y que, sin embargo, la mayoría de los católicos le seguirían a pesar de ello. Esto era una paradoja misteriosa que está siendo desvelada desde hace tres años y ha sido confirmada por esta exhortación. El modus operandi para lograrlo es divorciar (sic) la Doctrina de la Pastoral, vaciando aquella de todo contenido. Es la misma táctica que se ha usado para vaciar de contenido los derechos fundamentales civiles, como el derecho a la vida, abriendo la puerta a las excepciones para luego convertirlas en regla. Esa es la hoja de ruta de la Sinagoga de satán para conquistar el mundo y robarle a Dios Su Creación, y la Iglesia la ha asumido. La despenalización del adulterio es el equivalente eclesial a la despenalización del aborto (con la consiguiente destrucción moral, social y espiritual) y el primer paso para darle carta de naturaleza (“legalizarlo”) y abolir así el concepto mismo de pecado. El aggiornamento del Concilio Vaticano II ha llegado a su culmen, como ya anunció Bergoglio; la Iglesia se ha entregado al mundo, en contra de las palabras del Salmo 124: “No pesará el cetro de los malvados sobre el lote de los justos, no sea que los justos extiendan su mano a la maldad”.
    Hemos entrado en la cuenta atrás de la Gran Tribulación. ¡¡Maranata!!

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  3. El clamor es general:

    «A estas alturas debería ser evidentemente claro para todos, excepto que por ignorancia invencible o irremediablemente obtuso que el pícaro que actualmente ocupa el cargo de Papa habla y actúa más como un vicario de un anticristo que un sucesor de San Pedro. Para decirlo sin rodeos, el rebaño de Cristo está siendo devastado por un lobo en lugar de protegido por un pastor. La exhortación papal reciente es el último ejemplo de una larga letanía de sus atentados papales contra la verdad y la piedad. Durante tres años insufribles el Obispo de Roma, Francisco, ha dado suficientes pruebas como para autodestruirse a sí mismo con sus propias malas acciones, sin dejar dudas entre el remanente fiel que tenemos un terriblemente pícaro Papa en una cuerda» (P. Celatus)

    http://remnantnewspaper.com/web/index.php/articles/item/2448-diocesan-pastor-calls-brother-priests-to-stand-and-resist-warns-sspx-to-be-wary

    https://enraizadosencristo.wordpress.com/2016/04/14/padre-celatusfrancis-habla-y-actua-mas-como-un-vicario-del-anticristo-que-un-sucesor-de-san-pedro/

    Pero, Bergoglio va por otro camino:

    «El Judas de este tiempo ya pactó, con el poder del mal, su traición; tan sólo aguarda el momento para que inicie la aprehensión de los que dicen la Verdad, la sentencia de juicio para los justos, la flagelación, la coronación de espinas y el camino al Calvario, camino a la Cruz de Mi Iglesia» (Alma escogida).

    Su panfleto es el inicio de su traición. Y se va a empezar a callar la boca a tantos que ahora dicen la verdad públicamente de lo que es Bergoglio.

    Nadie mira la Iglesia con los ojos de los profetas. Por lo tanto, se engañan en sus esperanzas.

    Diez años de cisma encubierto han servido para iniciar el levantamiento visible de una nueva iglesia, que lidera actualmente Bergoglio: la anti-iglesia del anticristo. El cisma ya es visible, aunque todavía no es oficial. Sólo resta que aparezca el anticristo de esta hora para hacerlo oficial.

    Esta anti-iglesia tiene que llegar a su perfección en la maldad. Por eso, deben quitar a Bergoglio y poner una inteligencia que sepa romper con la Iglesia Católica, que produzca el gran cisma querido por el anticristo.

    Se engañan quienes claman por otro papa, quien ve esta hora como el fin del mundo, quien no quiera creer en los castigos profetizados.

    Sólo queda un papa. Pero antes tiene que morir “la Gloria del Olivo” y entrar la Iglesia en la batalla final.

    Bergoglio no interesa. Nunca ha interesado. Ha sido sólo la llave para ir levantando lo que quiere la masonería. Y es claro que debe ser echado a un lado para que llegue a su perfección el poder masónico en la Iglesia. Bergoglio es un estorbo ya para la masonería.

    Queda muy poco tiempo para que todo se dé. Pero antes de entrar en la semana de Daniel, que es la semana del anticristo, van a ocurrir muchas cosas que van a desestabilizarlo todo, tanto en la Iglesia como en mundo.

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  4. Msrga ha dejado claro q es una falsa profeta diciendo q el judas d Bergoglio es un Papa puesto por Dios. Q es el q conviene en este tiempo. Q barbaridad! Pero es q están todos ciegos? Al veradeto Papa lo tienen prisionero. Esta alta masoneria luciferina q hace misas negras, violando y asesinando niños, en la misma casa d Dios y por sus propios consagrados, no puede impedir q el único Papa este con una mordaza puesta? Ellos le destituyeron con sus amenazas. Benedicto se hizo a un lado, dando un golpe magistral y cumpliendo las profecías de dos papas en Roma, uno falso.

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  5. Solo hay una profeta verdadera del fin de los tiempos. www.elgranaviso-mensajes.com

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