"Las vidas de los salvadores de almas"

Hacemos un paréntesis en la trasmisión de los mensajes que ha recibido Marga, que tienen que ver con la importancia de estar muy unidos al Papa Francisco,

Esos mensajes están en el Tercer Tomo de sus escritos: El Reinado Eucarístico. Ver el Sitio Oficial y el Canal de YouTube de “La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús” (VDCJ). Ahora, además, hemos recibido la gran noticia de que los tres tomos ya están en formato .pdf y se pueden descargar en el siguiente lugar: http://vdcj.org/la-vdcj-formato-electronico.

En este “post” transcribimos un mensaje que vale la pena meditar despacio por su rico contenido espiritual. Lo podemos aprovechar para hacer oración y pedir al Señor y a su Madre, que nos protejan en estos momentos difíciles para la Iglesia y para toda la Humanidad. Ver palabras del Arzobispo Georg Gänswein.

Las negritas son nuestras. En cursiva van las palabras de Marga. Y entre paréntesis cuadrados [] ponemos nuestros comentarios.

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Mensaje de Jesús a Marga, del 3 de octubre de 2015

— Jesús:

Escúchame. Tú tienes el secreto, sabes el secreto. Sabes cuál es el secreto de la felicidad y lo tienes entre tus manos: Soy Yo. El secreto de la felicidad es vivir la vida Conmigo. Tú, por medio de estos Libros, les enseñaras cómo. Tienes en tus manos lo que les hará felices.

[Por el Bautismo hemos recibido la Nueva Vida en Cristo. Ese es el secreto de la verdadera felicidad: reconocer esa Vida en nosotros y vivir en Cristo].

Esto es, paso por paso, lo que deben hacer para ser feliz.

[Es decir, los mensajes que recibe Marga, de Jesús y de la Virgen, son todo un tratado, paso por paso, que nos enseñan a vivir en Cristo, repitiendo, de forma muy viva y atractiva, lo que siempre nos ha enseñado la Iglesia y está en el Catecismo de la Iglesia Católica].

La Vida con Jesús es esto: un trato directo e íntimo Conmigo, su Amigo, su Fiel, su Esposo, su Amor. Un trato cotidiano, donde le podemos contar todo, hablar de todo con naturalidad, donde no os sentiréis solos.

[Nuestra vida vale lo que vale nuestra oración. A Jesús lo encontramos en la Palabra (la oración) y en los Sacramentos (especialmente en la Eucaristía)].

No os llamo a un sufrimiento terrible, a una vida horrible. Os llamo a una pureza de vida y a una vida en plenitud.

[La vida cristiana es una vida de alegría. Llevar la Cruz de Cristo es suave y gozoso: es la vida en plenitud].

Vivid la vida con pureza de intención. Haced la prueba. Haced el esfuerzo. Purificad vuestra intención en Mí.

[Pureza de intención es sinceridad, sencillez, rectitud: que todo en nuestra vida sea trasparente y claro. Junto a Jesús adquirimos esas virtudes humanas y cristianas].

En lugar de verla oscura [la vida], la veríais pura, blanca, limpia, límpida. Todos vuestros agobios terminarían.

[Aún los dolores, penas y sufrimientos más grandes, son nada en comparación con los consuelos que nos regala el Señor si vivimos su Vida].

Levantaos y enfocad el día con pureza de intención en todo lo que hagáis, desde el comienzo.

[El pecado es la mentira: todo lo contrario a la pureza de intención].

Pensad en un día que no os estaréis buscando a vosotros mismos. Pensando en los demás. Pensando en Mí.

[Parte importante de la rectitud de intención es el olvido propio: el Señor quiere que vivamos para Él y los demás, con espíritu de servicio y entrega personal].

Levantaos pensando en Mí y en lo que Yo quiero, en lo que Yo haría.

[Ese es nuestro alimento, como el de Cristo: cumplir la voluntad de Nuestro Padre].

Mirad las preocupaciones de vuestros contemporáneos. ¿Cuál es la vuestra? ¿Está en las almas?, ¿en salvar almas? Pensad que ésa es la Mía. ¿Qué estaríais dispuestos a hacer para salvar almas?

[“Por la salvación de las almas”. Esa tendría que ser nuestra oración continua, ofreciendo todo por esa intención. Es lo que verdaderamente cuenta: para eso vino Jesucristo al mundo: “propter nos homines et propter nostram salutem”, como decimos en el Credo].

Pensad, hijos míos, que las vidas de los salvadores de almas no son esas vidas sosas y despreocupadas de todos, no son esos sufrimientos continuos.

[Nosotros queremos ser “salvadores de almas”]

A quien Dios le llame a ofrecer, incluso su enfermedad, encontrara un gozo tan grande en ella, que ni querrá que se la quite. Tanta Fuente de Gracia y Alegría será para él. Así que, incluso para él, la vida que os propongo será divertida.

[La Vida con Cristo no es aburrida, sino “divertidísima”. No con una diversión superficial, sino con una diversión sobrenatural que nos llena el corazón]-

Será diferente todos los días, porque tratáis con Dios. Humano, que varía, que cambia, y lo hace siempre en Infinito y según vuestras necesidades.

[La sucesión de los días nuestros en la tierra no es monótona ni gris: está llena de colorido y variedad. De esa riqueza que nos comunica Jesucristo, si lo buscamos, lo tratamos y lo amamos].

¿Cómo puedo contemplar caras tristes y de aburrimiento a las que llamo a un trato Conmigo? Es porque aún no me conocen, no me han conocido verdaderamente.

[“Mi pueblo languidece por falta de conocimiento”, dice el profeta Oseas. Recordemos las palabras de Cristo a la samaritana: “¡Si conocieras el Don de Dios!”].

Vivid una aventura Conmigo. La vida Conmigo es aventura. No es monótona. No es aburrida.

[Vivir por Cristo, con Cristo y en Cristo es una maravillosa aventura].

Sed soldados de Cristo. Trabajad por El. Sed trabajadores de Cristo.

[En el libro de Job leemos que “la vida del hombre sobre la tierra es milicia”. Como decía san Josemaría Escrivá de Balaguer: “somos soldaditos del Gran Rey” y estamos implicados en una “hermosísima Guerra de Amor”].

Curad almas. Sed médicos de Cristo.

[En este “hospital de campaña” que es la Iglesia, como dice el Papa Francisco, nosotros somos médicos que curamos con el ungüento de nuestra caridad].

Haced reír. Sed «payasos» de Cristo.

[El buen humor, una sonrisa, es muchas veces la mejor manera de curar las heridas de las almas].

Escalad montañas. Sed escaladores por Cristo.

[Sobre todo, subir el monte de la oración, como hacía Jesús frecuentemente, que se iba a lugares apartado y altos a orar].

¡Cuántas cosas se puede ser a mi servicio! En él (Nota: “En el servicio”) está la que es la medida de tus posibilidades, de tus anhelos y de tus aspiraciones. En el estarás feliz, dedicada a mi servicio.

[La caridad es servicio. Vivir nuestra vida como un servicio a los demás, imitando a Jesús que “no vino a ser servido, sino a servir”].

Haced la prueba. Venid, con ilusión, a Mí.

[“Haz la prueba y verás qué Bueno es el Señor”].