lunes, 14 de enero de 2013

Garabandal. Unidad a los Pastores

Como ya hemos tratado en otro momento (ver Devoción al sacerdocio en Garabandal) las cuatro mujeres que vieron a la Virgen en Garabandal, de 1962 a 1965, siempre han estado muy unidas a los Pastores de la Iglesia: al párroco de Cosío, al Obispo de Santander y al Santo Padre. 
Aparición mientras los apóstoles están en la mesa
Aparición mientras los apóstoles están en la mesa
(Duccio di Buoninsegna)
Una señal clara de que, en una persona o institución, existe el buen espíritu cristiano es su unión y obediencia a los Pastores
Los primeros cristianos se distinguían por los fuertes lazos que los unían en torno a los Apóstoles. Todos perseveraban juntos en la Doctrina de los Apóstoles, la Fracción del Pan (la Eucaristía) y la Oración (cfr. Hechos, 2, 42). 
Relataremos un suceso que tuvo lugar en 1980, cuando el centro de difusión de las apariciones de la Virgen de Garabandal, en Nueva York (“Los trabajadores de Nuestra Señora del Monte Carmelo”), gestionó que la BBC inglesa hiciera una entrevista a Conchita González, y en la que estuvo involucrada la Beata Teresa de Calcuta.
Efectivamente, la Madre Teresa, de modo casual, intervino en algunos aspectos de la gestión de esa entrevista. Desde 1970 había tenido noticias de las Apariciones en Garabandal y estaba convencida de su autenticidad. Por ejemplo, en una carta del 10 de noviembre de 1987, escribe al Obispo de Santander, Mons. Juan Antonio del Val, lo siguiente:
Fue en 1970, hace dieciocho años, cuando oí hablar por primera vez de las apariciones de San Sebastián de Garabandal, en España. Algunas veces me parece que fue hace tiempo y otras que fe ayer. Desde el principio sentí que los sucesos eran auténticos”.
Más adelante, la madre Teresa tuvo una amistad personal con Conchita, a quien buscaba siempre que viajaba a Nueva York. 
Al poco tiempo de conocerse, la Madre Teresa la llamó para hacerle preguntas sobre las apariciones.
Entonces le dije –cuenta Conchita- que el Obispo de Santander me había prohibido hablar, pero que si ella quería yo le hablaba. Entonces me dijo: no, si el Obispo te lo dijo déjalo así, yo tengo bastante con esto”. 
Cuando en 1980, los de la BBC comenzaron las gestiones para llevar a cabo la entrevista, Conchita estuvo abierta a la propuesta pero aclarando que no haría nada sin el permiso del Obispo de Santander. De hecho, inmediatamente le llamó por teléfono para pedirle el permiso. La respuesta de Don Juan Antonio del Val fue la siguiente:
Sé humilde, sé obediente y no hables demasiado sobre los Obispos anteriores”.
Conchita entendió que el obispo le había dado la conformidad. Sin embargo, cuando la Madre Teresa, que era una persona muy directa y de mucho sentido común, se enteró, por la misma Conchita, de esa conversación, le dijo: 
- “Debes preguntar de nuevo al obispo”. 
Conchita le repicó: 
- “¿Qué debo decir?”. 
La Madre Teresa le contestó: 
- “Le preguntarás si puedes hacer esto por el Honor y la Gloria de Dios y no por ninguna otra razón”.
Conchita llamó de nuevo al Obispo de Santander, según lo acordado, utilizando el papel que le había dejado la Madre Teres con las palabras que debía decir:
- “La Madre Teresa me pidió que le preguntara a Ud. si podía realizar este documental. Me dijo que le preguntase si puedo hacer esto por el Honor y la Gloria de Dios y no por ninguna otra razón”.
El Obispo respondió:
- “Desde luego, puedes hacer la película por esa razón”.
La Madre Teresa, pidió a Conchita que le enviara el mensaje que ella había escrito para guardarlo como recuerdo; Conchita así lo hizo. Entre tanto la Madre Teresa estuvo orando para que el Obispo diera su aprobación y la película sirviera para la gloria de Dios.
Mons. Del Val, además de dar el permiso para la película de la BBC es uno de los testigos que sale en el video “Garabandal, the eyewitnesses” (Garabandal, los testigos), producido por Michael Tubberty y publicado en más de treinta idiomas. Monseñor del Val comentó:
Estoy contento, feliz, con este video, ¡es maravilloso!”.
Este relato, manifiesta la delicadeza con que las videntes de Garabandal se movían cuando se trataba de decidir algo importante en que el obispo de la diócesis, en que habían tenido lugar las apariciones, tenía derecho a intervenir. 
(Cfr. Pueblo de María, Con Voz de Madre. Saber escuchar, pp. 146-149).
Aprovechamos para reproducir una entrevista a Conchita, de 9 minutos. Ya es muy conocida, pero vale la pena volverla a ver.

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